El universo y por supuesto la vida en la tierra es influenciada por varias leyes universales que, por ser leyes, siempre se cumplen. "Nadie escapa a ellas". Pero existe una ley que gobierna el universo por encima de todas ellas; La Ley de Atracción. Tal vez, mucha gente ha oído mencionarla, pero no se han adentrado a conocerla realmente y mucho menos a practicarla.
¿Por qué la mayoría de las personas transitan sus vidas sin nunca preocuparse por saber, qué influye realmente en tener o no tener, ser o no ser, lo que quieren? Es decir, por saber, ¿Qué es lo que influye en lo que manifiestan en su vida? Y, por lo tanto, en su felicidad.
Sabemos que la materia está influenciada por leyes como la gravedad, y comprendemos fácilmente que todo es atraído hacia el centro de la tierra, a no ser que interfiera una fuerza mayor en medio. Pero no comprendemos de la misma manera que nosotros también somos magnetismo, somos energía y, por lo tanto, así como el centro de la tierra, también "atraemos" las cosas que llegan a nuestra vida.
Esas cosas son, relaciones, objetos, experiencias, personas, lugares y absolutamente todo lo que conforma nuestra experiencia humana a nivel visible e invisible.
Nuestro cuerpo físico por sí solo no es magnético, lo que le impregna ese magnetismo que determina lo que atraemos es: El Pensamiento.
Manifestando nuestra realidad
La manifestación de todas las cosas sucede de un estado no visible a un estado visible. Es así como las ondas no visibles del sonido, la luz, la radio, la televisión y en este caso el pensamiento, las podemos percibir en un nivel físico solo después de que se han producido en un nivel no físico.
Podríamos decir que nuestro cuerpo invisible (pensamientos y emociones) es nuestro emisor de vibraciones "energía" y nuestro cuerpo físico es nuestro receptor de vibraciones que a través de los sentidos percibe la respuesta de nuestras emisiones como: experiencias, sonidos, calor…
Si somos capaces de comprender la grandeza de este conocimiento; que las cosas y experiencias de nuestra vida son el resultado de nuestros pensamientos, podemos tener mayor consciencia de lo que pensamos y, por lo tanto, de lo que creamos.
Afortunadamente, no atraemos las cosas con cada pensamiento que tenemos, ya que tenemos más de 70.000 al día y esto sería una locura, porque tenemos de toda clase de pensamientos durante el día y de diferentes frecuencias e intensidades.
Entonces, ¿Cuáles manifestamos y cuáles no?
Manifestamos los pensamientos dominantes en nosotros, estos son, los que transmitimos con mayor frecuencia e intensidad.
Pero con las vibraciones de nuestros pensamientos, no solo atraemos cosas que resuenan con ellos, sino también personas que tienen la misma clase de pensamientos. Si tus pensamientos vibran en la energía de abundancia, atraerás personas que piensen como tú y que traerán más experiencias de riqueza y prosperidad.
Al mismo tiempo, las experiencias y personas que vivan en constante estado de escasez se alejarán pronto, porque ya no vibrarán contigo y serán atraídas hacia otras personas que estén en su mismo nivel de pensamiento.
Cada uno de nosotros somos un rey del universo. El universo siempre nos da lo que pedimos, y hacemos nuestros pedidos a través de nuestros pensamientos. Así, que ten cuidado con lo que piensas. ¡Siempre se cumple!
Rodéate de gente que piense como tú, pero no te preocupes por alejar a las personas que piensan diferente o tratar de hacerlas pensar igual a ti. No le des tanta importancia a sus opiniones y conceptos. Pronto encontrarán un mejor camino para ellas y se apartarán de ti.
El hombre que logra entender esto, puede transformar y crear su vida casi a su antojo.
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