Todos en algún momento de nuestras vidas nos instalamos en una zona de confort, algunos nunca salen de ella, ni siquiera se percatan que se encuentran en ella y lo que implica para su vida no salir de allí.
Zona de confort
La zona de confort es un conjunto de condiciones que hacen parte de nuestro entorno en donde nos sentimos bien, y a medida que el tiempo va pasando nos sentimos cómodos, al punto de no hacer nada por salir de allí.
Aunque estar conformes en nuestra zona de confort, no es malo en realidad, si es cierto que nos lleva a la inactividad, a la falta de motivación por avanzar, lo que nos impide crecer personal, profesional, económica y espiritualmente.
Sal de tu zona de confort
Seguramente tienes sueños por cumplir, tal vez algún viaje que siempre has querido realizar, pero nunca has ahorrado para ello, o el negocio de tus sueños que nunca has emprendido por temor al fracaso o a dejar lo que tienes seguro y aventurar en lo incierto.
Piensa un instante en tu mayor sueño, en lo que de verdad quieres tener en tu vida, piensa ¿desde cuándo tienes ese deseo?, y ahora piensa en las cosas que has hecho en el último año por alcanzar esa meta.
Tal vez lo intentaste un poco y no dio resultado y decidiste no seguirlo intentando, o tal vez lo has pensado, pero nunca lo has hecho.
¿Por qué salir de la zona de confort?
La vida es movimiento y cambio constante, debemos aprender a fluir con la vida y para ello debemos movernos también, aceptar los cambios y lo mejor sería producir esos cambios nosotros mismos en la medida de nuestras posibilidades.
Siempre hay una parte que depende de nosotros y otra que depende del universo.
Si quieres crecer, avanzar, cumplir sueños, aprender, vivir... debes actuar en favor de esos cambios, conocer las leyes del universo, y confiar, dejar que el universo trabaje para ti y te sorprenda.
Esa parte que depende de nosotros es certera, es lo que decidimos hacer y hacemos; mientras la parte que le corresponde al universo es incierta, y este juego maravilloso de incertidumbre, sorpresa, movimiento, ansiedad moderada y expectativa es lo que le da tanto sabor a la vida.
No imagino nada más tedioso que una vida basada en la certeza de lo que va a pasar cada día. Y hasta cierto punto esto es lo que pasa cuando no decides salir de tu zona de confort.
Esto no significa que salir de la zona de confort siempre nos garantice el éxito infalible. Tomar un riesgo moderado, significa la posibilidad de cualquier resultado.
Lo importante es la actitud con la que se toman los resultados tanto buenos como malos, y la motivación para estar siempre dispuesto una y otra vez a ir por nuestros deseos.
El primer paso para salir de la zona de confort es darnos cuenta de que estamos en ella. Para eso debes auto observarte con sinceridad y preguntarte ¿qué tan motivado te sientes?, si ¿actúas en favor de tus sueños? o te sientes seguro pero atrapado en la rutina de una vida sin emociones ni avances.
Salir de tu zona de confort, es salir de lo conocido, dejar de hacer las cosas de la misma forma, para ello puedes hacer cosas como:
Siempre hay una parte que depende de nosotros y otra que depende del universo.
Si quieres crecer, avanzar, cumplir sueños, aprender, vivir... debes actuar en favor de esos cambios, conocer las leyes del universo, y confiar, dejar que el universo trabaje para ti y te sorprenda.
Esa parte que depende de nosotros es certera, es lo que decidimos hacer y hacemos; mientras la parte que le corresponde al universo es incierta, y este juego maravilloso de incertidumbre, sorpresa, movimiento, ansiedad moderada y expectativa es lo que le da tanto sabor a la vida.
Esto no significa que salir de la zona de confort siempre nos garantice el éxito infalible. Tomar un riesgo moderado, significa la posibilidad de cualquier resultado.
Lo importante es la actitud con la que se toman los resultados tanto buenos como malos, y la motivación para estar siempre dispuesto una y otra vez a ir por nuestros deseos.
Cómo salir de tu zona de confort
Salir de tu zona de confort, es salir de lo conocido, dejar de hacer las cosas de la misma forma, para ello puedes hacer cosas como:
- Cambiar algo de tu look que siempre has pensado que te hace ver mejor, puede ser tu forma de llevar el cabello, tu estilo para vestir...
- Prueba comidas que nunca has probado,
- Ve por caminos que nunca vas para llegar a dónde vas con frecuencia.
- Empieza a tener más contacto con otra gente diferente a las mismas personas con las que hablas todos los días.
- Empieza a hacer alguna actividad recreativa que siempre has querido, pero nunca has hecho (clases de baile, ir al teatro...)
- Cambia los objetos o ambiente de tu entorno de manera que pienses que te pueden hacer sentir mejor.
- Sal de las cosas viejas que no usas hace mucho tiempo, desapégate y deja espacio en tu vida para todo lo nuevo.
No es necesario, ni sano, cambiarlo todo, ni mucho menos de un día para otro, es importante mantener un equilibrio entre lo conocido o zona de confort y lo nuevo o zona mágica o de aprendizaje.
Irás observando a medida que haces esto, que te haces más consciente de lo que te rodea, de tus actividades, de tu entorno, de cómo vives; dejas a un lado el dejarte llevar por la inercia de las mismas cosas de siempre y empiezas a elegir lo que realmente quieres.
Esta es la razón del porque normalmente el salir de nuestra zona de confort nos conduce al éxito; porque cuando cambiamos nuestra forma de actuar, cambiamos nuestra forma de pensar y cambiamos también nuestras redes neuronales.
Desde hoy me propongo empezar a dar pasos fuera de mi zona de confort. Twittéame.
Desde hoy me propongo empezar a dar pasos fuera de mi zona de confort. Twittéame.
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