CAMBIA LA ACTITUD DE VÍCTIMA

By Petra - 2 Comments
actitud de victima



Tienes grandes planes para tu vida y quieres ser un triunfador, pero ¿eres de las personas que todo el tiempo tienen actitud de víctima?
Lo más seguro es que aun si la tienes, digas que no, porque muy pocas personas se dan cuenta de que esta actitud hace parte de su personalidad, y mucho menos se dan cuenta de que esto es lo que aleja de ellos los resultados que puedan estar esperando de la ley de atracción.


Las personas que siempre están quejándose de su situación, de su mala suerte o de su falta de oportunidades, piensan que las otras personas siempre son las culpables de todo lo malo que les pasa.
Cuando te quejas, estás poniendo toda tu energía en lo que no quieres o en lo que te falta. Es decir, estás atrayendo más de eso mismo.

Cómo evitar la actitud de víctima

1. Algo en común que tienen todas las personas con actitud de víctimas es que pasan el tiempo sin hacer nada por cambiar su situación para lograr lo que quieren.
Hablan mucho de lo que quieren ser, tener o hacer, pero no actúan.
Pasan los meses y los años, y ellos siguen sin cambiar sus acciones, pero quejándose cada vez más.
Para evitar esto: escribe en este momento ¿qué estás haciendo para conseguir tu sueño más anhelado ahora y cuál es el siguiente paso? 
2. Si quieres evitar caer en la actitud de víctima, debes preguntarte con frecuencia si te estás enfocando en los problemas o en las soluciones.
Donde esté tu enfoque es hacia donde te diriges.
3. Hazte responsable de tu vida y de todas las cosas que te suceden, desde la más insignificante hasta la más trascendental.


Date cuenta de que tú y solo tú con tus pensamientos y actitud ante la vida, creas las condiciones para tener una vida exitosa, abundante y feliz o, todo lo contrario.
Cuando culpas a los demás de lo que te pasa, te estás engañando a ti mismo y te estás alejando cada vez más de la persona en la que te quieres convertir.
4. No crees excusas para cambiar. Debes actuar ahora y hacer las cosas que en el fondo sabes que debes hacer para atraer lo que deseas, sin excusas ni aplazamientos.
Estas personas siempre están diciendo cosas como:
No puedo hacer eso, no es el momento, no tengo dinero para hacerlo, después lo hago... y como siempre son los demás los que tienen la culpa de que él aún no pueda hacerlo.
5. No envidies la riqueza y el éxito de las demás personas, cuando hacemos esto nos estamos poniendo en el lugar de víctimas, de que nosotros no tenemos lo mismo, no somos iguales de felices a ellos y, por lo tanto, tenemos "derecho" a ser infelices.
6. Actúa como una persona que le aporta a la sociedad para ser mejor. Párate frente al espejo cada mañana y mírate como una persona que puede lograr todo lo que se proponga sin dañar ni quitarle nada a nadie. Acompaña esto con frases positivas antes de empezar tu día cada mañana. Mantén esta actitud durante todo el día.
7. Piensa antes de hablar; las personas que tienen actitud de víctimas generalmente hablan sin pensar, critican, se quejan y discuten sin reflexionar en lo que están diciendo.
Esto hace que las demás personas se distancien o tomen otro tipo de actitud más agresivo y se creen muchos conflictos personales.

De Víctima a Protagonista de tu Vida


A lo largo de nuestra vida, la actitud con la que enfrentamos nuestras circunstancias puede marcar una diferencia significativa en nuestros resultados y bienestar general. Tú puedes transformar esta mentalidad y convertirte en el protagonista activo de tu historia. Para ello ten en cuenta estos puntos:

1. Reconoce tu Poder Personal: La primera etapa en el cambio de mentalidad es reconocer que tienes el poder de influir en tu vida. Esto no significa que tengas control total sobre cada situación, pero sí que puedes controlar cómo reaccionas y qué acciones tomas. Reconocer tu poder personal te empodera para hacer cambios significativos.

2. Entiende la Diferencia entre Responsabilidad y Culpa: Asumir responsabilidad por tu vida no significa culparte por todo lo que te sucede. La culpa es paralizante, mientras que la responsabilidad es empoderadora. Comprender esta diferencia te permitirá abordar las situaciones con una mentalidad de aprendizaje y crecimiento, en lugar de quedarte atascado en el remordimiento y la autocompasión.

3. Establece Metas Claras y Realizables: Tener una visión clara de lo que deseas lograr es vital. Establece metas específicas, mensurables, alcanzables, relevantes y limitadas en el tiempo (SMART, por sus siglas en inglés). Esto te proporcionará un sentido de dirección y te motivará a tomar medidas concretas hacia tus objetivos.

4. Cultiva la Gratitud: La gratitud puede transformar tu mentalidad de víctima en una de aprecio y optimismo. Dedica tiempo cada día para reflexionar sobre lo que agradeces. Esta práctica te ayudará a enfocarte en lo positivo y a reducir los pensamientos y comportamientos de autocompasión.

5. Aprende de los Desafíos: En lugar de ver los desafíos como obstáculos insuperables, considéralos oportunidades para aprender y crecer. Cada dificultad trae consigo lecciones valiosas. Reflexiona sobre estas lecciones y aplícalas para fortalecer tu resiliencia y sabiduría.

6. Rodéate de Influencias Positivas: El entorno en el que te desenvuelves tiene un impacto significativo en tu mentalidad. Rodéate de personas que te apoyen, te inspiren y te desafíen a ser mejor. Evita aquellos que perpetúan una mentalidad de víctima o te arrastran hacia abajo.

7. Practica la Autocompasión: Ser duro contigo mismo solo alimentará la mentalidad de víctima. Practica la autocompasión. Reconoce que eres humano y que cometer errores es parte del proceso de aprendizaje. Trátate con la misma amabilidad y comprensión que le ofrecerías a un buen amigo.

8. Busca Ayuda Profesional si es Necesario: A veces, las raíces de la mentalidad de víctima son profundas y pueden estar entrelazadas con experiencias pasadas y traumas. No dudes en buscar la ayuda de un profesional si sientes que no puedes manejar estos desafíos por tu cuenta.

Transformar tu mentalidad de víctima a una de protagonista no es un proceso que sucede de la noche a la mañana. Requiere tiempo, paciencia y un compromiso constante con el autodesarrollo. Sin embargo, al tomar estas medidas, abrirás la puerta a una vida más rica, más significativa y más empoderada.


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