El Diálogo
interno es algo constante en nuestras vidas y de lo que la mayoría no
nos percatamos, o por lo menos no lo hacemos hasta cuando empezamos un trabajo
interior consciente.
Y es tan
simple de definir, porque su propio nombre lo dice todo:
Ese diálogo que mantenemos con nosotros mismos, todo el tiempo en nuestro interior.
Ese diálogo que mantenemos con nosotros mismos, todo el tiempo en nuestro interior.
Ese parlanchín interior que nunca calla, que todo el tiempo está juzgando, opinando, quejándose, comparando, haciendo planes y mucho más.
Los pensamientos y el diálogo interno.
Sabemos que el cerebro humano puede procesar hasta 70.000 pensamientos diarios, y este dato nos puede llevar a hacernos algunas preguntas como:
De los
pensamientos que tengo hoy, que son los que forman el diálogo interno, ¿cuántos son repetitivos, o cuántos diferentes
entre ellos?, ¿cuántos son sobre el mismo tema?, ¿cuántos son los mismos que
tuve ayer o está semana?, ¿Cuántos son positivos?, ¿cuántos son innecesarios?,
¿cuántos son creadores?, ¿cuántos me hicieron sentir bien? Pero la
pregunta más importante es:
DIÁLOGO INTERNO
Según Vygotsky,
es imposible separar el pensamiento del lenguaje, porque cada pensamiento está
ligado a un símbolo lingüístico.
De
acuerdo con esta teoría, y sabiendo que procesamos alrededor de 70.000
pensamientos diarios, entonces podemos hacernos una idea de cuánto es lo
que hablamos en nuestro interior.
Pero eso
no es todo, según la teoría de Sapir-Whorf, el lenguaje determina e influencia
el pensamiento.
Esto
significa que, de acuerdo con la calidad y riqueza del lenguaje, así es la calidad
y riqueza del pensamiento, por lo tanto, al mismo tiempo el lenguaje limita el
pensamiento.
Pero
también significa que las mismas cosas las podemos percibir de manera
diferente, dependiendo del idioma que hablemos.
Ahora
bien, vamos al grano, ¿qué tiene que ver todo esto del lenguaje y el diálogo interno con la ley de
atracción?
Bueno,
siempre escuchamos, si quieres atraer cosas maravillosas a tú vida,
pues cuida tus pensamientos. Pero también para ello necesitas tener mejor
calidad de pensamientos, que sean positivos y acordes a tus deseos.
Para
conseguir esto, cuida tus palabras, enriquece tu lenguaje, aprende más
palabras, no uses palabras denigrantes, necias ni sucias, sino palabras que
expresen lo bueno y lo positivo y algo muy importante; no derroches tu
lenguaje; no hables de más, no critiques, no juzgues y no te quejes; ni interna
ni externamente. Porque lo mismo que hacemos físicamente lo vamos a hacer
inconscientemente en nuestro interior. Y el hablar de más es solo señal de
ignorancia.
Jamás se
descubre mejor a un hombre que sabe poco, que cuando habla mucho (Jean Marie
Odin) twitteame
El diálogo interno con afirmaciones positivas
Esta charla que mantenemos con nosotros mismos constantemente se convierte así, no solo en una gran herramienta para la manifestación de nuestros deseos y para potenciar la ley de atracción; sino que también a través de la observación de este diálogo interno podemos darnos cuenta si estamos enfocados y en sincronía con lo que deseamos atraer o, todo lo contrario.
Una
herramienta muy poderosa que podemos empezar a utilizar para cambiar nuestro
lenguaje de baja vibración por uno más elevado, son las afirmaciones positivas.
El poder del lenguaje ❤ EL DIÁLOGO INTERNO
Para
terminar, les dejo otro ejemplo de cómo podemos observar el poder del lenguaje en nuestra vida.
Hablo del lenguaje en general porque observando el lenguaje exterior, podemos conocer cómo es el diálogo interno de una persona porque el lenguaje utilizado es el mismo.
Hablo del lenguaje en general porque observando el lenguaje exterior, podemos conocer cómo es el diálogo interno de una persona porque el lenguaje utilizado es el mismo.
Escoge
una persona que tú consideres inteligente y observa:
- ¿Qué tipo de palabras usa?
- ¿Qué tan rápido o lento
habla?
- ¿Cómo habla de los demás?
- ¿Cuánto desperdicia su
lenguaje en críticas o quejas, o en adularse a sí mismo?
Ahora
observa su vida, sus relaciones, sus pasatiempos, su energía, lo que
transmite. Y haz lo mismo con una persona que consideres ignorante.
Este
ejercicio te permitirá entender más claramente el poder de la calidad
del lenguaje y el diálogo interno en nuestra vida.
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